Aotearoa es el nombre maorí de Nueva Zelanda. Su significado es de lo más poético: "la larga nube blanca". Cuenta la leyenda que la mujer del primer jefe maorí que llegó a Nueva Zelanda miraba el horizonte y, al ver la isla con una gran nube encima, gritó: "He ao" (una nube), y de ahí el nombre original. No se sabe exáctamente cuándo llegaron lo maoríes a Aotearoa, ni su procedencia. Se calcula que llegaron entre los años 500 y 1300, y probablemente de lugares cercanos a las islas del Pacífico, la Polinesia o incluso Hawai. Tras la llegada del hombre blanco (aparentemente fueron los españoles quienes descubrieron NZ a finales del s. XVI), entre los que destaca el holandés Abel Tasman, NZ se convirtió en colonia británica a raiz del Tratado de Waitangi en 1840. En este tratado los maoríes cedían sus tierras a los ingleses a cambio de protección y los privilegios derivados del hecho de ser ciudadanos del imperio. Hoy en día aún se lamentan de los términos de aquel acuerdo en que salieron tan perjudicados, y continúan reclamando tierras y compensaciones por el trato marginatorio recibido desde entonces. El gobierno neozelandés ha reaccionado y en los últimos años ha intentado compensarles con tierras y fondos económicos.